En el informe más reciente, el huracán Idalia se localiza a una distancia de 550 km al Nor-noreste de Cabo Catoche, en Quintana Roo, mientras que se ubica a 310 km al Suroeste de Tampa, Florida. Su movimiento actual es hacia el Norte a una velocidad constante de 26 kph. Los vientos máximos sostenidos del huracán alcanzan los 155 kph, acompañados de ráfagas que llegan a los 195 kph. En términos de intensidad, Idalia ha avanzado y ahora se clasifica como un huracán de categoría 2 según la escala Saffir-Simpson.
Las repercusiones de este fenómeno climático son particularmente severas en la Península de la Florida. Las bandas nubosas del huracán están generando lluvias torrenciales que han resultado en inundaciones de gran envergadura. Además, se ha generado un oleaje de alto riesgo a lo largo de las costas de la península, lo que aumenta la amenaza para las áreas costeras.
En la Península de Yucatán, se observan los últimos vestigios de los efectos de Idalia. Vientos fuertes del Sur prevalecen en la región, dirigiéndose hacia el centro mismo del huracán. Estos vientos, caracterizados por su contenido relativamente bajo de humedad, tienen su origen en el interior del continente y están siendo arrastrados hacia la circulación del huracán.