En un movimiento audaz para hacer frente a los retos económicos, la Gobernadora Mara Lezama Espinosa ha presentado una estratégica propuesta: la reestructuración de la deuda pública a largo plazo en Chetumal. Importante resaltar que esta táctica no busca incrementar la carga de deuda, sino más bien mitigar el peso del 0.57 por ciento de sobretasa que se arrastra de gestiones anteriores.
Eugenio Segura Vázquez, quien ocupa el cargo de Secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan), ha esclarecido que la reestructuración, que involucra cerca de 20 mil millones de pesos, tiene como principal objetivo optimizar las condiciones financieras. Este proceso, de realizarse con éxito, permitiría asegurar plazos de pago más flexibles, tasas de interés más asequibles y una calificación crediticia más favorable.
Los frutos de este esfuerzo no serían meramente financieros; la administración obtendría un margen más amplio para asignar recursos a proyectos de envergadura, tales como infraestructura pública y programas sociales de envergadura. El momento elegido para esta reestructuración no podría ser más propicio: tras siete años en color amarillo, el Gobierno del Estado ha logrado mejorar su calificación crediticia y ahora se encuentra en semáforo verde.
La estrategia abarca la reestructuración de una deuda a largo plazo, que asciende a 19 mil 625 millones de pesos, repartidos entre una decena de instituciones bancarias. Estos actores han fijado los años 2032, 2040 y 2045 como los plazos máximos para la devolución de los fondos.
En el presente, el Estado enfrenta una carga financiera con una tasa de interés ponderada promedio del 0.57 por ciento, lo que implica un desembolso anual de aproximadamente 3 mil millones de pesos. La propuesta de la Gobernadora implica la negociación de nuevos acuerdos con tasas de interés ponderadas reducidas al 0.40 por ciento, lo que podría derivar en un ahorro sustancial, llegando a cerca de un tercio de los pagos anuales actuales.
Esta ambiciosa estrategia presentada por la Gobernadora no solo apunta a aliviar la presión financiera, sino también a desencadenar una serie de inversiones cruciales para el desarrollo regional, marcando un hito en la búsqueda del crecimiento sostenible.
