Cancún.- La sombra de la sospecha se cierne sobre Yolanda “N”, quien según las autoridades de Quintana Roo, habría desempeñado un papel crucial en la trama detrás de la ejecución de cuatro individuos en la pintoresca ciudad, incluyendo a dos ganaderos que habían llegado desde tierras veracruzanas, en lo que se ha convertido en un espeluznante episodio delictivo que ocurrió el pasado 18 de junio.
En ese fatídico día, la tranquila fachada del hotel “Los Cuates” en la concurrida zona de “El Crucero” en Cancún se vio ensombrecida por el descubrimiento de dos cuerpos sin vida, marcados por las brutales huellas de armas de fuego. Horas después, en una avenida cercana, la avenida Guayacán, dos ganaderos de Veracruz compartieron un destino similar.
Sin embargo, detrás de la aparente fachada ganadera, se develó una trama aún más oscura: estos individuos habrían estado involucrados en el tráfico de sustancias ilegales. Se teje la hipótesis de que su viaje a Cancún tenía un objetivo más turbio, la adquisición de drogas. Pero los acuerdos no se materializaron, y es aquí donde emerge el presunto papel de Yolanda “N”. Se alega que, en represalia por el trato fallido, esta figura sombría habría dado la orden de acabar con sus vidas, así como con las de otros dos intermediarios en este siniestro juego.
La trama criminal tomó un giro aún más dramático recientemente, cuando Yolanda “N” y un posible cómplice, Pedro “N”, fueron aprehendidos en las tierras de Campeche. Ambos, considerados eslabones cruciales en esta cadena de eventos, fueron trasladados a suelo quintanarroense y ahora aguardan en los confines de la prisión de Cancún, donde se enfrentarán a un inevitable enfrentamiento legal en el horizonte.