En una enérgica manifestación en Playa del Carmen, estudiantes de la Universidad Tecnológica de la Riviera Maya expresaron su profundo descontento por las condiciones antihigiénicas que prevalecen en el comedor escolar y la reducción de becas destinadas a los alumnos.
Bajo el sol abrasador, los jóvenes manifestantes alzaron pancartas con mensajes contundentes: “Exigimos alimentos libres de gusanos”, “La calidad de la cafetería es inaceptable” y “Queremos soluciones, no excusas”.
Alexa, una de las estudiantes indignadas, denunció que las becas fueron recortadas sin explicación alguna, mientras que las colegiaturas sufrieron un aumento injustificado. En consecuencia, demandaron con firmeza una auditoría transparente a cargo del rector Tarek Scandar Mattar Moguel, para esclarecer el uso de los recursos universitarios.
La situación en la cafetería no fue pasada por alto. Los estudiantes expresaron su molestia ante la rotación constante de gestión, lo que llevó a un alza desmedida en los precios de los alimentos sin mejoría en su calidad. Gusanos y alimentos descompuestos han sido hallados, lo que generó un repudio generalizado entre los afectados.
Pero el malestar no termina allí. Los laboratorios de cocina también presentan graves problemas. Los estudiantes reportaron plagas de insectos y tuberías de gas en mal estado, además de la carencia de material necesario para llevar a cabo sus prácticas.
“Nuestros reclamos han sido ignorados una y otra vez. Hemos enviado cartas a los directivos durante todo el cuatrimestre, pero nuestras peticiones han caído en oídos sordos”, expresaron los estudiantes con frustración.
El cierre del buzón de quejas solo añadió más combustible al fuego de la inconformidad.
Con esta manifestación pacífica, los jóvenes confían en que finalmente se atenderán sus demandas, ya que hasta ahora las respuestas por parte de los directivos han sido insatisfactorias y evasivas.
En un gesto de responsabilidad, los estudiantes anunciaron que una vez concluida la manifestación, regresarán a las clases habituales para no perjudicar a los docentes. Además, reafirmaron que no temen represalias, ya que consideran su derecho legítimo como estudiantes a denunciar las carencias y deficiencias en la infraestructura de la universidad.