El oscuro manto de la noche cubrió la tranquila pastelería Tere Cazola en el pintoresco barrio de Villas del Sol, #playadelcarmen, cuando un aterrador suceso se desató. Poco antes de las 10 de la noche, dos audaces motosicarios irrumpieron en el establecimiento mientras los empleados se aprestaban a cerrar sus puertas.
Sin miramientos, los maleantes blandieron sus pistolas, infundiendo temor en los dos indefensos trabajadores que, a merced de las armas, se vieron obligados a ceder la recaudación del día. La escena fue un desgarrador testimonio de la creciente ola de delitos que acecha en la zona.
Una vez consumado el atroz acto, los asaltantes se desvanecieron en la oscuridad, dejando tras de sí un rastro de incertidumbre y miedo. La pastelería, situada en la confluencia de la Avenida Gorriones con la avenida de los Gavilanes, se convirtió en el epicentro de un triste episodio de inseguridad que ha alarmado a la comunidad.
Aunque las autoridades acudieron prontamente al lugar, su presencia se limitó a recopilar datos sobre el despreciable robo, pues los astutos criminales lograron eludir la captura y burlaron a la justicia una vez más. Este hecho siniestro deja en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la seguridad y proteger a los comerciantes y ciudadanos de estos actos violentos que acechan en las sombras de la noche.