Del 1 al 7 de agosto, más de 170 países se unen para conmemorar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, un evento que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia vital de amamantar a los recién nacidos y cómo esto mejora la salud de los bebés en todo el mundo.
¿Sabías que…?
La leche materna es una fuente de nutrición perfectamente adaptada que la madre brinda a su bebé, enriquecida con anticuerpos y elementos bioactivos que satisfacen sus necesidades inmunológicas y nutricionales, protegiéndolo contra infecciones. Es un alimento completo que proporciona al bebé una rica combinación de vitamina A, vitaminas del complejo B, vitamina C, hierro, fósforo, calcio, proteínas, grasas y azúcares. Además, la lactancia materna fortalece el vínculo afectivo entre madre e hijo durante el amamantamiento, brindando beneficios emocionales y físicos.
La OMS, UNICEF y otras entidades internacionales y nacionales enfatizan la importancia de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad, seguida de una alimentación complementaria adecuada hasta los 2 años o más. Esta práctica contribuye significativamente a la salud y el bienestar del bebé, sienta las bases para un desarrollo saludable y promueve un futuro más robusto y equitativo para todos los pequeños del mundo.